¿Cómo lidiar con gente que no escucha?

No le entra una bala es una frase que usamos a menudo en nuestra organización, hacemos referencia a ella cuando notamos que un colaborador, un cliente o un prospecto se encuentra absolutamente cerrado a recibir ideas, propuestas o simplemente a escucharnos.
Ahora bien, ¿porque alguien se cierra tanto al punto tal de no querer escuchar?, existen tantas respuestas como personas en este mundo, sin embargo queda más que claro que seguir insistiendo en presentar-imponer nuestro punto de vista no resolverá el asunto.
¿Por dónde empezar?
La capacidad de escucha es algo que toda persona que desea vivir de brindar servicios debe tener. Iniciar una conversación y no escuchar a los otros es parte del problema, la solución, estar asertivos, escuchar primero y leer la situación para encontrar el momento de comunicar nuestras ideas.
El estado de animo como factor del bloqueo
Hablar de inteligencia emocional es algo que no sorprende a nadie, tema más que tratado en blogs de coaching y liderazgo, sin embargo, parece que nadie logra poner en practica las técnicas a las que se hacen referencia. Llegar a una reunión sobre la hora, sin preparación, con un nivel de estrés y foco en la reunión y no en resultado esperado hará que las emociones gobiernen y nos separen de la otra persona más que nunca.
Por otro lado estar en eje, concentrarnos en los estados anímicos del otro nos permitirá comprender si hoy es el día para hablar, si lo que tenemos para decir resolverá o por el contrario podrá complicar las cosas aún más, como dije antes, a veces es mejor saber retroceder a tiempo.
Comprender adecuadamente la necesidad
Existen dos tipos de necesidades, la visible y la oculta. Un ejemplo de necesidad visible es un llamado de un cliente porque se cayó un server y los usuarios no pueden entrar. La necesidad invisible y en definitiva la más importante, es que probablemente no tengan a nadie que los ayude a tener control del día a día de sus operaciones y lo que está necesitando realmente es alguien que los ayude de forma proactiva.
El silencio de los inocentes
En definitiva, si estos pocos pasos no sirven, el silencio puede llegar a ser tu mejor aliado. En la mayoría de los casos, a las personas que no les entra una bala, suelen hablar ellos durante largos ratos, pero tarde o temprano se cansarán de escucharse. En ese momento podrás intentar expresar tus ideas, caso contrario, mantenerte en silencio obligará al otro a preguntarte y quién te dice, de una vez por todas, te dejen hablar y puedas contarle todo lo que tienes para ayudarlo.
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